domingo, 9 de febrero de 2014

Cambios en los blogues

Queridos todos, dentro de pocas semanas fundiré mis blogs en uno solo: Huelladeperro. Y seguramente lo llevaré a alguna plataforma que no será Blogger. Mi correo sigue siendo huelladeperro arroba yajú españa, para lo que queráis de mí. Ahí van dos textos viejos de un par de años que forman parte de una única historia. Habrá más.






El mundo en que vivimos no le bastaba. Se le hacía pequeño. O demasiado grande. Así que eligió vivir en un mundo de fantasía que otros habían inventado. Consumía películas a grandes dosis, hablaba de ellas, leía de ellas, escribía sobre ellas, pensaba en ellas y, cuando no podía estar viendo las películas, las vivía. De manera que mezclaba con su vida real las películas que más le habían marcado en el cine. de este modo engrandecía y densificaba lo que para ella era una vida sencilla y gris. Así le daba carácter y dramatismo y disfrutaba, en directo, de lo que otros sólo pueden disfrutar mirando una pantalla.

La ley de reciprocidad o como el mal se adueña de nuestras vidas

Se queja de que cada vez que tiene una iniciativa buena le sale mal. Cree que tiene mala suerte con eso, y ha tomado la opción de ser más realista. Ya no va de mariposa por la calle, derramando sonrisas y buen rollo. Sabe que cualquier ser humano que se cruce puede ser un enemigo en potencia, o una mala persona, alguien que querrá hundirla o hacerle daño gratuitamente. Ya no le pasa una a la gente, está resabiada. Se justifica en que casi cada vez que tuvo una iniciativa positiva se vio contestar con mal rollo, con malas pulgas o con muy mala intención. Es tanta su desconfianza que presupone, a cada frase que le dicen, la mala intención del otro. No hagas esto a ver si se van a pensar esto otro -aconseja a los demás- no le des la mano a ese, a ver si se va a querer tomar el brazo; no le hagas un cariño, a ver si se va a pensar que quieres sexo; no le ayudes, a ver si se te va a apalancar.
Su generosidad la lleva a salvar perritos. Tiene tan claro que los hombres no dan nada gratis en este mundo que ha instituido con su "chico" el sistema de vales:
Cuando en días señalados su pareja le hace un regalo, ella, que no tiene dinero, emite un vale.
Vale por un rato de pereza, por una manipulación terapéutica, por una concupiscencia...

6 comentarios:

  1. Y siempre es peor el remedio que la enfermedad.

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  2. Al final todos nos vendemos, pero algunos, como Esaú, muy barato.

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  3. al final, pollas en vinagre. al final, tu cocinas la receta de tu propio infierno.

    Al final, te callas como un gilipollas.

    Al final, muere ese gilipollas.

    al final, es el principio.

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  6. Nunca es tarde si la dicha es buena... o bien, más vale tarde que nunca

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